El slogan, una reliquia del pasado.

Un buen ejemplo de la pérdida de eficacia de la televisión es que ya prácticamente no existen marcas capaces de hacer populares sus eslóganes. La gente recuerda los del siglo pasado, pero es incapaz de recordar más de dos o tres de los últimos diez años. Sólo unas pocas marcas en el mundo cuentan hoy día con los recursos suficientes, para conseguir que la repetición mediática de sus campañas deje un poso duradero en las mentes de los telespectadores.


5 Mar 2018
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