El fracaso de los demás

El fracaso de los demás suele ser casi siempre una referencia para medir el éxito propio; pero no debería ser así, porque el auténtico éxito no se basa en superar a los otros, sino en superamos a nosotros mismos.

Si sólo nos proponemos triunfar allí donde los demás han fracasado, es muy probable que fracasemos nosotros también. Cada persona debe tener su propia medida del éxito y del fracaso, en función de sus propias metas y de sus propias posibilidades.

No se aprende del fracaso de los demás, sino de nuestros propios fracasos; por lo tanto, no debemos obsesionarnos con superar a los otros, porque ellos tienen sus propios objetivos que, con toda probabilidad, serán muy distintos a los nuestros.

Sólo concentrándonos en nosotros mismos, estableciendo nuestras metas de acuerdo a nuestros intereses, anhelos y capacidades, llegaremos a alcanzar cualquier cosa que nos propongamos; cosechando fracasos y éxitos parciales, que pasarán a formar parte de nuestra experiencia y que nos ayudarán en nuestro camino hacia éxitos futuros. Éxitos cada vez más importantes para nosotros, porque serán la culminación de nuestras propias metas personales, independientes de las del resto del mundo.


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6 Oct 2022
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